12 pautas para que no te rompa el estrés

José Iribas

“¿Cuánto pesa este vaso de agua?”,preguntó una psicóloga mientras lo mostraba al público en una charla de gestión de estrés.
Las respuestas variaban: para unos el vaso podía pesar 200 gramos, hubo quien llegó a los 250…
La psicóloga sorprendió a todos al afirmar: “El peso absoluto no es lo esencial, depende de cuánto tiempo se sostenga el vaso. Si lo hago un minuto, no hay problema; si lo sostengo una hora, me dolerá el brazo; si lo sostengo un día, mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso objetivo del vaso no cambia, pero cuanto más tiempo lo sujeto, más pesado se vuelve”.
Y concluyó: “Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ellas un rato, no pasa nada. Si piensas más, empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada. Es importante acordarse de dejar las tensiones tan pronto como puedas. Al llegar a casa suelta todas tus cargas. No las acarrees días y días. ¡Acuérdate de soltar el vaso!”.

Todos tenemos nuestro correspondiente “vaso de agua”. Alguien me dirá: “lo mío, más que un vaso es una botella o… hasta una garrafa”. Mayor motivo para andarte con cuidado.

No quiero referirme ahora a lo que ya señalé en una entrada anterior (“No te tomes tan en serio“) pero sí quiero compartir contigo algunas ideas que nos pueden ayudar a vivir mejor, sin tanta “presión”. 

Ahí van doce pautas para que no te “rompa” el estrés

  1. Cuando pretendas abordar el trabajo “no comas más con los ojos que con la boca”. Recuerda que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Prioriza. Y aprende a delegar, si es el caso.
  2. Ten un horario y un plan. Y cúmplelos. “Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo y de hacerlo bien”, decía Pitágoras. Matemático, oye.
  3. Aborda los problemas de uno en uno, como las uvas de Nochevieja. No te atragantes.
  4. Relativiza si te ves superado o fallas. Intenta ver el lado positivo: lo que aprendes del error. Recuerda lo de que no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo resista). Y cuando caigas (todos caemos), levántate como la corredora de la que te hablé en la entrada titulada Persevera: es excelente“; porque lo es.
  5. Todas las personas cometemos errores. ¿Te creías Superman? Recuerda el chiste del cartel a la puerta de un quirófano: “Errare humanum est”.
  6. No te agobies, ni angusties, ni imagines necesariamente lo peor. Mantén la calma, el temple. Si te pones nervioso ¿mejoras la situación?
  7. Ríe (hasta de ti, o sobre todo de ti).  Y no te “me” pongas “solemne”. Acéptate. Más: quiérete. Eso no está reñido con el necesario espíritu de superación. Acuérdate también de transmitir optimismo a tu equipo, a tu entorno. Y recuerda: uno no puede dar lo que no tiene.
  8. Sé flexible en tus actitudes, en tu vida. El junco no se rompe ante el vendaval.
  9. Date, de vez en cuando, caprichos o compensaciones. Y dáselas a los demás. No son un gasto; son avituallamiento e inversión.
  10. Necesitas ocio, además de “negocio”: descansos, vacaciones, a su debido tiempo, hobbies. Reserva espacios para ti y los tuyos. Desconecta.
  11. Duerme suficientemente. ¡Hay que recargar las pilas! No te lleves las preocupaciones a la almohada. Déjalas, si acaso, en una nota para el día siguiente.
  12. Comparte tus preocupaciones, ¡pero también tus alegrías! Escribe Rita Schiano que “hablar de nuestros problemas es nuestra gran adicción”. Y añade: “Rompe el hábito: habla de tus alegrías”.

Vuelvo al inicio: suelta el vaso en cuanto puedas y olvídate de él. ¡No te pesará!

José Iribas.

www.dametresminutos.wordpress.com

@jiribas

12 pautas para que no te rompa el estrés

Relación de pareja descompensada

Marisa Lorenzo

Hay personas que les parece tener una relación de pareja descompensada. Tienen la sensación de que dan todo por su pareja y que no reciben nada a cambio.

Lo curioso es que a veces esta sensación es compartida por los dos. Ambos miembros de la pareja piensan que no reciben tanto como dan.

Si crees que tu matrimonio está descompensado, hazte los siguientes planteamientos:

1.- ¿Se trata de una sensación o es una realidad? ¿Uno de los cónyuges vive para el otro y el otro vive para sí mismo?

A veces no somos conscientes de lo que nuestro cónyuge hace por nosotros. Es necesario detectar todo lo que nuestra pareja aporta de positivo a nuestra vida.

¿No hace nada o es que nosotros no lo vemos?

Si crees tener una relación de pareja descompensada, sugiero hacer una relación de cosas buenas que tu pareja hace por ti, cosas positivas que aporta a tu vida.

2.- La reciprocidad en el matrimonio consiste en dar y acoger lo que el otro me da. Pero esto no puede ser un intercambio de favores, un trueque inmediato.

Quizás, se parecería más a una cuenta corriente de amor. Yo hago todo lo que puedo por ti, por hacerte feliz y esto engrosa mi cuenta corriente de amor. Mi marido, a su vez, hace todo lo que puede por hacerme feliz, por cuidarme, e incrementa la cuenta corriente de nuestro amor.

No siempre a la vez. No uno inmediatamente después del otro. Sin canjear sobre la marcha lo que cada uno aporta.

En los matrimonios que funcionan bien, la situación es equilibrada si se mira en un periodo amplio, aunque haya descompensaciones en momentos o periodos concretos.

3.- A veces el problema está en que no sabemos satisfacer nuestras propias necesidades. Hay personas que siempre posponen sus necesidades para atender las de los demás.

En estos casos, se debe trabajar para ser emocionalmente más independientes; escucharse un poco más; aprender a atender las necesidades propias; priorizarse.

4.- Si realmente tu pareja es egoísta, debes aprender a pedir y saber decir que no; mostrar tus necesidades para que tu pareja pueda conocerlas y atenderlas. A veces creemos que nuestro cónyuge es adivino. Pide sin exigir. Explica lo que necesitas. Enséñale a salir de sí mismo.

Y no nos olvidemos: el matrimonio no es vivir CON alguien, es vivir PARA alguien.

Marisa Lorenzo

Asesora Familiar. https://www.terapiadeparejasevilla.es/

@marisalorenzo_

Relación de pareja descompensada.

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

Reflexión.

En nuestra sociedad, hay un verdadero miedo a la Cruz, a la Cruz del Señor; podríamos preguntarnos el por qué, y me parece que la respuesta es porque hemos empezado a llamar cruces a todas las cosas que no nos gustan de la vida. Mirando el ejemplo del Señor, nos damos cuenta de que no solo esto es erróneo, sino que además, la Cruz, si es de Dios, se vuelve fecunda.

Con una visión panorámica de nuestra historia de salvación, tenemos en el pasado aquel famoso árbol con el fruto del pecado que nos llevaba a la muerte (Cfr. Gn 3,1-7); ahora sin embargo, tenemos gracias a Dios -nunca mejor dicho- la Cruz como el árbol de Vida con el fruto del Amor, que si pruebas de Él te dará no cualquier vida, sino la Vida Eterna.

Está claro que cuando el premio es tan grande, el camino al premio no es nada fácil y mucho menos en el día a día con sus problemas, agobios y dificultades en general, que nos hacen involuntariamente dejar la cruz y a no querer ni siquiera el plantearnos en muchos casos, que hemos de cogerla, mucho menos, que ha de ser cogida gustosamente sobre nuestros propios hombros.

Pero aquí en toda esta historia hay una cosa muy clara, y es que sin esfuerzo, sin sufrimiento no hay recompensa, como ya lo dejó claro el Maestro: “si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, lleve su cruz cada día y sígame” (Mt 16,24).

Israel Verano Fernández

www.puestapunto.org

Los Palacios y Vfca.

(Sevilla)

@israverano

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad! San Agustín, obispo

¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad!San Agustín, obispo Del libro de las Confesiones (libros 7,10.18;10,27: CSEL 33,157-163.255) Habiéndome convencido de que debía volver a mí mismo, penetré en mi interior, siendo tú mi guía, y ello me fue posible porque tú, Señor, me socorriste. Entré, y vi con los ojos de mi alma, de un […]

El coro numeroso de las vírgenes acrecienta el gozo de la madre Iglesia San Cipriano, obispo y mártir

El coro numeroso de las vírgenes acrecienta el gozo de la madre IglesiaSan Cipriano, obispo y mártir Del Tratado sobre el comportamiento de las vírgenes (Núms 3-4.22.23: CSEL 3,189-190.202-204) Me dirijo ahora a las vírgenes con tanto mayor interés cuanta mayor es su dignidad. La virginidad como la flor del árbol de la Iglesia, la […]

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba