Vicelino nació en Hameln y después de una juventud difícil, conoció a Norberto de Xantes, descubrió su vocación y fue ordenado sacerdote en 1126. Evangelizó la población Eslavo-Vagriana del norte de Alemania que no era cristiana, y fundó una comunidad de Canónigos Regulares Agustinos en Neumünster.
Beato Bartolo Buonpedoni
Hijo de los condes de San Gimignano, Bartolo se retiró con los benedictinos de Pisa para buscar su vocación. Allí Jesús lo llamó a acompañarlo en su pasión, viviendo la caridad. En Volterra entró en la Tercera Orden Franciscana; se enfermó de lepra y asistió a los leprosos hasta su muerte en 1310.
San Simón Phan Dàc Hòa, mártir
Simón fue uno de los 117 mártires vietnamitas canonizados por Juan Pablo II en 1988. Fue martirizado en 1840 en la violenta persecución anticristiana del emperador Minh. Médico y padre de familia, también sirvió a su ciudad como alcalde y se afilió a la Sociedad de las Misiones Extranjeras de París.
Beato Pío Bartosik sacerdote de la Orden de Frailes Menores Conventuales y mártir
A los 17 años Ludwik entró con los Frailes Menores Conventuales con el nombre de Pío. A los 26 años fue ordenado sacerdote. S. Maximiliano Kolbe lo llamó a Niepokalanow. Arrestado varias veces por los nazis, murió en Auschwitz en 1941. Es uno de los 108 mártires polacos de la Segunda Guerra Mundial.
Beata María virgen de Guadalupe
En el año 1531, en medio de un contexto social marcado por la violencia y la discriminación hacia los pueblos indígenas de México, la Virgen de Guadalupe se apareció al azteca converso Juan Diego, presentándose como la «Madre del verdadero Dios» para solicitar la construcción de un santuario. Ante el escepticismo inicial del obispo, la Virgen ofreció una señal irrefutable el 12 de diciembre: hizo brotar rosas frescas en pleno invierno que, al ser recolectadas en la tilma de fibra de agave del vidente y desplegadas ante el prelado, revelaron milagrosamente la imagen de la «Virgen morenita», vestida con túnica roja y rasgos mestizos. Este icono, que sella el encuentro entre la fe cristiana y el mundo nativo, esconde misterios que la ciencia moderna apenas ha logrado desvelar, especialmente en los ojos de María: ampliaciones microscópicas han permitido descubrir en sus pupilas el reflejo exacto de la escena del milagro, incluyendo al obispo y a una familia indígena, con detalles anatómicos imposibles de pintar por mano humana. Hoy en día, la tilma se venera en la Basílica construida en 1976, donde millones de peregrinos acuden buscando la mirada compasiva de la Virgen hacia los oprimidos, recordando también a su humilde mensajero, canonizado por Juan Pablo II en 2002.